La digitalización puede ayudar a las PYMES industriales a eliminar sobrecostes, desde luego. Pero para ello, esta digitalización tiene que implementarse de la forma adecuada. ¿Quieres saber cuál es la clave para hacerlo bien?
La digitalización y la industria
Está más que comprobado que cualquier PYME puede (y debe) beneficiarse de la digitalización. Y que, con ella, cualquier empresa tiene la posibilidad de optimizar su actividad y conseguir un mayor rendimiento y, por tanto, más ventas y mejores resultados. Pero no podemos ignorar la parte más importante de la digitalización, y esa es: el análisis previo de cada situación concreta.
Como siempre puntualizamos, cada empresa es única, y como tal, es impensable aplicar en una los mismos métodos o estrategias que en otra. Antes de lanzarnos a digitalizar nuestro negocio, tenemos que plantearnos qué queremos conseguir con esa digitalización, ya que, de no hacerlo, podríamos estar entorpeciendo nuestra actividad en lugar de potenciarla.
En el sector industrial en concreto, las posibilidades que ofrece la digitalización son suficientes como para reducir de forma muy significativa los sobrecostes de producción. La transmisión de datos en tiempo real o la posibilidad de medirlo todo ayudan a tomar decisiones con fundamento que, después, tendrán un impacto positivo en nuestra empresa.
Por tanto, para tener éxito no basta con digitalizarse: primero hay que analizar la situación específica del negocio y asegurarse de que las decisiones que van a tomarse son las más adecuadas para él. Si nos saltamos la parte del «qué necesita mi empresa y solo mi empresa para avanzar», nos estamos poniendo la zancadilla, porque así como la ausencia de digitalización tiene impacto directo sobre los costes de producción, que esta sea inadecuada también los tiene.
Para que podamos decir que una empresa industrial ha realizado su transformación digital de la forma correcta, esta debe ofrecer información valiosa en tiempo real, y por tanto, contribuir a la toma de decisiones estratégicas, que serán las que, al final, marquen la diferencia.
¿Qué queremos decirte con todo esto? Que la digitalización siempre es un paso adelante, pero solo implica una auténtica potenciación del negocio si esta se lleva a cabo de manera consciente, y sabiendo que, ajustada a nuestros objetivos de negocio, es una herramienta imparable.