Lo más importante para entender el hecho digital y tomar las decisiones adecuadas para nuestro negocio, las que nos ayudarán a alinearlo con lo que la sociedad pide y requiere de él, es conocer y entender el contexto histórico en el que vivimos. Y eso pasa por conocer primero nuestro pasado, el pasado del hombre. ¡Vamos a ello!

El hecho digital: pasado, presente y futuro

Para revisar las historia del hombre hemos recurrido a un arqueólogo y experto en internet: Genis Roca.

Decía en una de sus conferencias: «Estamos viviendo un momento histórico, y eso es debido al hecho digital. Y cuanto antes seamos conscientes de esto, mejor».

Roca distinguió dos formas distintas de evolución a lo largo de la historia a través de las que la trayectoria y modo de vida del ser humano cambiaron drásticamente: el sistema productivo y la forma en la que transmitimos el conocimiento.

En lo referente al sistema productivo, hubo hitos como:

  1. El descubrimiento de las puntas de flecha (que permitía desde ese momento cazar a distancia)
  2. La aparición de la agricultura y la ganadería (con la que el hombre pasó de nómada a sedentario)
  3. La industrialización (por la que, entre otras cosas, se formaron las ciudades)

Todos estos hitos supusieron un cambio en la forma en la que el hombre alimentaba a los suyos. Son hitos que supusieron un cambio en la humanidad.

En la segunda vía, la manera en la que transmitimos el conocimiento, también hubo hitos históricos que supusieron un cambio para la humanidad:

  1. La invención de la escritura
  2. La imprenta
  3. La radio
  4. La televisión

Todos estos momentos, entre tantos otros que seguro se te han pasado por la cabeza, cambiaron las posibilidades del ser humano, y por ende, la estructura y forma de vida de la sociedad, que o bien tuvieron como origen un cambio en el sistema productivo, o bien su origen estuvo en la manera en la que transmitimos el conocimiento.

Y aquí viene la razón por la que el hecho digital es tan especial, lo que evidencia que estamos viviendo un momento histórico: es la primera vez en la historia que un tipo de tecnología altera a la vez las dos vías básicas de evolución del hombre: el proceso productivo y la transmisión del conocimiento.

Todo ha cambiado. Las personas como seres individuales, las personas como sociedad, nuestra forma de consumir, nuestros hábitos, el ocio…

Para las empresas, supone un replanteamiento en muchos ámbitos: rediseño de los modelos de negocio, de los procesos, automatización, digitalización… Muchos bienes ahora son servicios, por ejemplo la tele, la música, los libros… ahora se consumen en formato tarifa mensual.

Para las personas, hay que adaptarse, y entender que no basta con contar con la tecnología y los medios: hay que saber sacar partido de las posibilidades que nos brindan, ser hábiles con la tecnología.

Tanto personas como empresas estamos inmersos en un proceso de cambio, y no queda otra opción que adaptarse de forma constante a ese cambio. No importa cuál sea tu trabajo, qué vendes o en qué sector te muevas, porque el cambio a lo digital es global.

Ahora más que nunca cobra sentido el dicho de que «no sobrevive el más fuerte, sino quien mejor se adapta al cambio».

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