Con cada vez más vacunas puestas y la perspectiva de un verano «medio normal» en el horizonte, podemos decir que ya se empieza a ver la luz. Pero las consecuencias de lo vivido están ahí, sobre todo para ciertos negocios. ¿A qué retos van a tener que enfrentarse las empresas para reactivar o impulsar su negocio en el panorama pospandémico?

Retos empresariales posCovid-19

Ninguna empresa lo ha tenido fácil durante estos últimos meses. Pero como sé que has escuchado la misma cantinela más de mil veces (aproximadamente), no voy a repetirte todas las dificultades que es probable que nos esperen cuando la situación se estabilice por fin: vengo a darte soluciones. Y también una ración doble de esperanza.

La pandemia ha traído muchos cambios. El teletrabajo, la digitalización a todo trapo… Pero, sobre todo, ha traído incertidumbre. Nos hemos dado de bruces con la realidad de que no basta con tener la idea y las herramientas. Las circunstancias también son muy importantes, y hay que saber adaptarse a ellas. En realidad, más que saber adaptarse a ellas, hay que querer hacerlo.

Así que, ¿por qué no tomarse esa incertidumbre como una nueva oportunidad de negocio? Muchos caemos en el error de dar algo por hecho porque ya funciona, y no nos animamos a llevar a cabo estrategias o pequeños cambios mediante los que podríamos alcanzar mejores resultados. No hagamos eso. Salgamos de la zona de confort, investiguemos nuevas maneras de hacer empresa, de conseguir clientes, de seguir mejorando día a día incluso aunque seamos ya un negocio establecidísimo.

¿Cómo son las empresas pospandémicas?

¿Cómo debe ser una empresa pospandemia? Tiene que ser resiliente, digital, y tener capacidad para sobreponerse. Durante este tiempo de pandemia, el 60 % de las empresas se han dado cuenta de que necesitaban cambiar su método de trabajo, gestionar mejor su tiempo, sus recursos, y poner el foco en aspectos que muy probablemente antes ocupaban un puesto de baja prioridad. 

En este cambio, la digitalización es fundamental, porque ayuda a automatizar esos procesos que no son tan claves para que las empresas puedan dedicar su tiempo y sus recursos a la búsqueda de, por ejemplo, nuevos clientes u oportunidades de negocio.

No te quedes en el porcentaje del 40 % que decide que no merece la pena hacer una revisión de su modus operandi. Convierte tu PYME en una empresa inteligente… y que la incertidumbre no sea nunca un inconveniente, sino la excusa perfecta para seguir mejorando a diario.

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